DeGeneres-E ahora acampa con frío pero con mucha energía positiva.
Casi siempre cuando organizamos una actividad nos morimos del miedo, organizamos una fiesta y pensamos que cualquier cosa puede pasar, organizamos un fútbol y pensamos que puede haber un terremoto (ese día fue el día del temblor). Pero con esta actividad nos sentimos confiadas, contentas y tenemos muchas expectativas puestas en el campamento, esperamos que las niñas se integren y que la pasen rico.

El problema es que sobre esas expectativas no tenemos mucho control, de cada una depende su integración y de cada una depende que la pase rico. Nosotras simplemente organizamos, buscamos y tratamos de dejar todo lo más barato posible.
Esperamos que en el futuro podamos llevar a más de cincuenta niñas para Guatavita y que disfrutemos de una amena fogata y de una buena película.