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El nombre
DeGeneres-E tiene varios significados, viene del nombre de la comediante lesbiana estadounidense Ellen DeGenereS pero además de ello, significa la oportunidad ¿De qué? De Generar espacios y De Generar ideas que normalicen la libre expresión de la afectividad de
mujeres lesbianas y bisexuales. Además significa DeGenerar, DeGenerar conceptos formulados y que nos lastiman, que nos limitan y que nos agreden. Conceptos como que “las mujeres nacimos para tener y criar hijos”, “las mujeres deben casarse con hombres de bien para formar muchachos de bien”. Las mujeres hemos sido conceptualizadas como un objeto de entretención del hombre… “yo llevo el trago. Yo llevo la música. Yo me encargo de la comida. Yo llevo mujeres” y por lo tanto sujetas e inherentes a ellos, de su propiedad.
Y todo esto está ligado a más imaginarios y conceptos creados para destruirnos y limitarnos en nuestro desarrollo ciudadano. La feminidad, por ejemplo, es todo un hueco donde deben ir metidas las mujeres “decentes”, las mujeres que son juzgadas por hablar de más y en miles de millones de cosas más que lo hombres, es un concepto que pretende atarnos: “las mujeres no juegan fútbol porque eso no es ser femenina”, “las mujeres no dicen groserías, que eso lo dicen los niños” “las niñas no se ofuscan porque eso no es ser femenina” ¿Qué es ser femenina?
¿Sentarse de alguna forma en especial? ¿Cargar 15 kilogramos de maquillaje pa’ todo lado y untárselo en la cara? Yo no quiero jugar ese juego, yo no quiero ser parte de la masa de gente que por generaciones ha decidido “el manual de comportamiento de la dama” y si no eres dama no vales nada, yo no quiero transmitir sandeces ni nimiedades a las otras generaciones mientras que existen cosas por las cuales si nos debemos preocupar y por eso me lastima ver a una mujer lesbiana, objeto de laceraciones sociales por su orientación diversa, aceptar ese término para clasificar. Estamos hartos de que nos clasifiquen, estamos hartos de que nos dividan y nos encierren en cuadros estrechos donde no se puede respirar.
Hagamos un alto y pensemos cuántas cosas nos toca ser y hacer por el hecho de ser mujeres y cuántas cosas les exigen a los hombres y peor aún, cuando una mujer hace algo de hombres es una “mala mujer”, pero cuando un hombre hace “algo de mujeres” es un súper hombre.
Quien quiera ser femenina (lo que sea que eso signifique) que lo sea, pero yo personalmente me quedo con los pantalones, con mi cara limpia y con mis pies sobre la tierra y no sobre tacones, que se me exija ser buena ciudadana, buena hija, buena madre y buena esposa, pero no cosas que carecen de sentido y de practicidad.
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